martes, 8 de septiembre de 2015

Y FUIMOS PAL´PINO

Ayer, consensuado, decidimos vivir la romería del Pino desde otra perspectiva.  Queríamos evitar el desplazamiento con coche propio, subirnos en una guagua que fleta el Ayuntamiento de Gáldar y mezclados con una gruesa representación, llegar a Teror y disfrutar de los momentos que tanto a mi mujer como a mí, nos gusta. 

La fiesta, la romería, anunció que empezaría antes dada la gran participación…


Llegamos sequitos. Necesitábamos refrescar el gaznate y paramos en el bar de la esquina… Estaba a tope, no cabía un alma más pero nos abrieron paso y a duras penas llegamos a la barra: ¡¡Dos cervezas frías!!  Pagamos y cuando nos disponíamos a salir, el sonido de un timple nos atrapó. Su toque con auténtico sabor a la tierra, lo identificaba: “¡El Colorao!”… Nos pusimos de puntillas y allí estaba con una parrandita, pequeña pero sabrosa… Junto al Colorao, una voz con personalidad Sergio Cabrera, se arrancaba con una folía sentida y gráfica…


Abandonamos el local… Queríamos un poquito de aire fresco y nos dirigimos “al Puente”, el punto de encuentro de la gente divertida y parrandera… Nos encontramos con Juanma López, lejos de su hábitat natural “El Jardín Canario”, que buscaba el ambiente de unos clásicos de las fiestas del Pino: “La Parranda Cuasquías”… 

… Y el abrazo fraternal, cariñoso con Félix Román Morales “El Grande”, que venía desde la isla de Tenerife para participar en la ofrenda… Quedamos en vernos nuevamente, pero Teror, ya lo saben todos cuanto lo conocen,  es grande y en cualquier esquina te pierdes. Así que ni Lydia ni yo pudimos despedirnos del viejo amigo…


Sonaban pitos, chácaras y tambores, danzas y los rigurosos pastores. Eran los componentes del grupo herreño Joapira que, como siempre en fiestas y romerías son como un auténtico regalo…


Otro de los grupos que acaparan la atención: una amplia representación de la isla colombina, componentes de distintos grupos que se unieron para estar presentes en la romería….


Facaracas, parranderos, con temas divertidos animaba la representación del municipio de Gáldar… Allí, encabezándola, su alcalde Teo al que saludamos igual que a la incansable concejala Ana Teresa, y en primera línea la guapísima Guayarmina, Ariadna…


Así entre saludos, llegamos a los pies de nuestra Señora, como oferentes de los productos de la tierra… Lydia, entregó a la patrona un vistoso ramo de flores mientras distintos voluntarios iban depositando en el lateral de la Basílica, racimos de plátanos, cebollas, pimientos, tomates…


Me entretuve saludando a los amigos Antonio Betancor, compañero de fatigas, retransmisiones, nuestra voz en off en distintos documentales y presentador del programa Tenderete, mientras los pequeños, con décimas de nuestro Yeray Rodríguez, hacían de programa de mano para anunciar cada ofrenda… 


Y una sorpresa. Desde aquel año (1.985) en que acudí a la isla de La Graciosa como productor del programa Tenderete – primera ocasión en que se desplazaban nuestros equipos televisivos a la isla- no había vuelto a ver a la familia Toledo.  Y allí, con su humildad, me los encuentro con su vestimenta tradicional, ofreciéndole unas coplas a Nuestra Señora…

Ya la romería casi tocaba a su fin. Las fuerzas nos iban abandonando después de tanto ajetreo. Abandonamos el recinto de la romería y nos dispusimos a buscar un pisquito de sombra y comernos un bocata de chorizo de los nueces… “aboyaitos”, pero más contentos que unas Pascuas, fuimos en busca de la familia Toledo que en esta ocasión venían uniendo fuerzas con otra familia que ha sido y es representación y bandera de nuestro folclore: “los Corujo”. Allí vimos y saludamos a Domingo y a Florián, con el que hablamos de aquella guitarra de pico o timplarra ya reconocida a nivel mundial. También de nuestros encuentros en Paris de la Francia, con el otro maestro Blas Sánchez, así como en Venezuela…


Larga fue la charla, con José Manuel Toledo con el que continuo en contacto a través de “Fisbu”. Hablamos de aquel Tenderete de antaño, de la Bodega de Julián y de otros muchos proyectos que han quedado olvidados en camino. De su colaboración con el documental “Vivir en La Graciosa”, de pejines, jareas… Cada vez que lo encuentro por mucho que estiremos la conversación se quedan cosas en el tintero…

La Graciosa y los Toledo/Corujo fueron la muestra que en la Romería del Pino no faltó de nada. Hubo hasta incluso una petición del presidente del Cabildo Antonio Morales, que dijo entre otras cosas que a los políticos que no combatan el paro la Virgen del Pino debería darle unos cogotazos….

Oscurecía. Caminábamos lentamente enseñoreándonos con el ambiente… Recordaba el olor a carburo de aquellas turroneras de antaño que se mantenían junto a su caja de turrones esperando la llegada de un cliente. Si nos llamaba la atención algún detalle hacíamos  alguna que otra foto. Pero nuestra atención estaba centrada en los adornos que lucían los balcones… De pronto una parranda multitudinaria, divertida, amena, simpática, con paradas aquí y allá, nos regalaba su amplio repertorio… Era “La Parranda de Teror”, creo que es una parranda que debería presentar los papeles para que le den el record Guinnes por ser tan numerosa la participación… En tono coñón, le pregunté a uno de los que los acompañaban. ¡Coño si ya terminó la romería! ¿Qué grupo es este? Y casi enroñao me dijo: ¡¡La Parranda de Teror!!

Y seguimos la parranda hasta que llegó el momento de subirnos a la guagua y emprender el regreso.

ALFREDO AYALA OJEDA

martes, 25 de agosto de 2015

CAGANCHO, FALLECE DE UN ICTUS

Hoy, me desayuné con una triste noticia: “Cagancho”, el famoso caballo que revolucionó el mundo del rejoneo, ha fallecido con poco más de 30 años de edad, a consecuencia de un ictus… Cagancho, se había retirado de los ruedos en 2002. Desde entonces hasta el momento de su fallecimiento, anduvo suelto, a su aire, gozando de un bien ganado retiro sin que nadie lo montara. Animal entero solo se ocupaba de su función de semental, cubriendo a numerosas yeguas en estado receptivo.

Cagancho, cuenta en su amplio historial con enfrentamiento exitoso ante más de mil toros…

Hace algún tiempo, en el blog www.etnografiayfolclore.org, que atinadamente dirige Lydia Díaz, me adentré en una tierna y sentida historia de un caballo de triste, esquelética y enclenca estampa. De aspecto desgarbado, era lo más parecido a un saco de lástimas. Negro, azabache, “Cagancho”, que así se llama, tenía la sangre pura de sus padres pero su figura carecía del porte y la templanza de su raza… De apariencia desagradable, toreros y rejoneadores, entendidos y tratantes, nunca repararon en él… Pasaba el tiempo y todos le vaticinaban un penoso final…

Cierto día, un navarro, de limitados recursos económicos, buscaba un caballo para destinarlo al rejoneo… Ojeó numerosos ejemplares de rico porte… Todos, estaban valorados en cantidades inalcanzables… “Tengo uno, le dijo un criador valorado en 1.800€. Es el único que se ajusta a su presupuesto.”. Sellaron el trato y Pablo, el nuevo dueño de “Cagancho”, lo trasladó a su modesta cuadra… Pablo, según cuentan numerosas crónicas, cuando regresó a casa, su padre, con ojos de asombro, le dijo: “¿De dónde has sacado “eso”…? ¡Cosa fea!” 

Una tarde, luminosa, en plena faena de rejoneo, uno de sus caballos se lesionó y “Cagancho” salió a sustituirlo… Llegó, ¡por fin! su debut en el ruedo de la verdad, escenario donde te juegas el todo o la nada. “Cagancho”, dispuesto, decidido, alegre, desenfadado, se convirtió en la prolongación del jinete… Gambeteos, elegancia, filtreos… los resoplidos del astado le hacían disfrutar del momento… Los toros, en fallidas acometidas, parecían embestir una sombra… Tanto arte desplegó que el público puesto en pie, aplaudía a rabiar su arrogancia, valentía y destreza… “Cagancho”, no solo era arte. También espectáculo. Así paso “Cagancho” del anonimato a la aclamación popular… “Cagancho”, desde aquel entonces, continuó durante más de dos lustros enamorando a los aficionados… Su despedida fue una auténtica peregrinación por los distintos ruedos del mundo… Se cuenta que en las tardes del adiós, como si de un diestro se tratara, se le cortaba una parte de la “coleta”…

Hoy, como diría el “Tío Simón”, “Cagancho” es un caballo viejo que sestea por La Sabana, dándole tiempo al tiempo, esperando poner su semilla en la potranca que le brinde la oportunidad…

ALFREDO AYALA OJEDA

lunes, 20 de julio de 2015

DESPUÉS DE 167 AÑOS GÁLDAR RECUPERA “LOS CABALLITOS DE FUEGO DE SANTIAGO”

Añorando un tiempo que me tocó vivir, aprender y compartir hoy puedo decir que estoy henchido de satisfacción porque en el programa de fiestas, de la ciudad de Gáldar en honor a su Santo Patrón Santiago Apóstol, tras 167 años de ausencia, se recupera aquella vieja tradición: “Los Caballitos de fuego de Santiago”…. 

Haciendo un paréntesis despojado de erudición, debo contarles que he seguido dentro y fuera de nuestro territorio, la vieja tradición de “Los Caballitos”: “Fuscos” (Tazacorte), “Fufos”, en Fuencaliente, los laguneros “Caballitos de Fuego”, en las fiestas del Cristo… 

Recuerdo una conversa con el cultor de nuestras tradiciones y cultura Talio Noda, en el mismito interior de la Caldera de Taburiente, sobre el tema, cuando me habló de aquella banda sonora de la película “Ora Ponciano”, especie de biografía del famoso rejoneador mejicano Ponciano Díaz. Aquella banda sonora, con su “vuela, vuela palomita”, causó tal impacto allá por los inicios de los 40 del pasado siglo que se ha convertido en el acompañamiento musical idóneo para acompañar en sus traviesas galopadas a los caballos Fuscos… 


Recuerdo incluso una entrevista mantenida en Fuencaliente, con el artesano y folclorista Juan José Santos, en que me entregó una fotografía de los caballitos en Polonia, nación de amplia tradición de cría y cuido de caballos árabes… También me comentó una investigación realizada por Teno Pérez Cruz, en Méjico, donde una prestigiosa etnógrafa le habló de “los caballitos de fuego”, señalando que en sus estudios daba como probable que esta tradición, se debía a la impresión que causó entre la población indígena, la llegada de los conquistadores españoles a lomo de los caballos y el fuego de los arcabuces… 

Siguiendo por la vereda de la recopilación informativa leí en el País Vasco algo sobre los “Zaldico”, en euskera caballito. Son seis caballos montados por jinetes, vestidos de bufón, que con una especie de palo de la que pende una bola de esponja, van golpeando y asustando a los más pequeños… 

“… Y uno, que los ha vivido en distintas latitudes piensa que cuando salgan “los caballitos de fuego de Santiago” a la “calle Larga” o aledaños, la noche se vestirá de fiesta. De fiesta auténtica… Y aflorará todo un mundo de fantasía atrapando a espectadores, jinetes y amazonas… Entonces, no habrá edad en ese universo de ilusión donde se da rienda suelta a la imaginación y creatividad de los participantes… Mayores y pequeños, no perderán detalle de las evoluciones de estos mágicos corceles, de cartón y sueños… caballos viejos y jóvenes potrillos, con sus plásticas crines al viento, resoplando, soberbios, entregados al ritmo, meciéndose acompasados, por el toque que marca la banda sobre la extensa pradera de asfalto y adoquines… La noche se iluminará de bengalas y risas, de voces y carcajadas… Sin duda, una noche distinta, una noche, como diría el investigador Felipe Bermúdez, en que las calles de Gáldar dejarán de ser tránsito para convertirse en punto de encuentro… 


Es la semana grande de las fiestas en honor a Santiago… Es la noche del fuego que después del baile, danza y zambra de los papagüevos y caballitos, desde la cima de la Montaña de Gáldar, los bramidos del volcán anunciador, difundirá a los cuatro vientos las “Fiestas de Santiago de Gáldar”.

ALFREDO AYALA OJEDA

miércoles, 8 de julio de 2015

OLIVOS DE BENDICIÓN

Hace algún tiempo, al soco de las fiestas de Santa Lucía, caminé por las zonas de Ingenio, Agüimes, Santa Lucía, etc. Tenía, unos días de esos que te dan ganas de caminar y caminar, de enseñorearte con el paisaje, mezclarte con la gente de la zona y hablar de ese ayer que está ahí, a flor de piel, pero en el que no queremos hurgar… Llevaba, para matar el “gusanillo”, un riquísimo y afamado pan de Agüimes y pensaba meterle unas caballas en aceite… De pronto, en medio de la aglomeración, una señora vendía aceitunas. Eran unas aceitunas de envidia… Compré un tarrito y cambié las caballas por las aceitunas…

Busque un lugar de sombra y ¡menudo banquete!

Junto a mí, se sentó un desconocido que tenía cara de buena gente… Hablamos, y hablamos… no sabía como se llamaba, pero debía ser un campesino de la zona que tenía muchos conocimientos del cultivo de las aceitunas… Me habló de la Verdial de Huevar, lo que nosotros conocemos como “aceituna del país” y de otras variedades, según me dijo de reciente introducción como “la Arbequina”, “Manzanilla sevillana” y “Picual”.

Ya en la soledad, comencé a caminar despacito por la zona. Vagaba por mi mente épocas y situaciones. En esfuerzo vano, me interesó el adivinar cómo llega el fruto de tan generoso árbol a las islas…



Unas semillas del árbol milenario y benéfico, fuente de riqueza y símbolo de paz, debieron dejar alguna vez las plácidas riberas del mediterráneo, y en el parco zurrón de un emigrante, junto a sus muchas esperanzas y acaso nulas pertenencias, salir al ancho atlántico en busca de una tierra mejor donde fijar nuevamente su vida.

Nunca sabremos si el hombre que trajo el olivo hasta Santa Lucía de Tirajana, dejó aquí sus semillas y siguió rumbo, o se quedó para siempre en Gran Canaria.

Pero si sabemos que el viento, comenzó su trabajo transportando los granos hasta sembrar de semillas los alrededores… Poco a poco, la zona del sureste de Gran Canaria, se pobló de tiernos olivos que hoy, a los ojos del visitante, son formidables árboles que da carácter a la zona…

Estos olivos tienen muchos años, nada se conoce de su primer dueño... Con los años se volvieron árboles isleños, más corpulentos y también más delicados. Sus frutos exigen que se tome uno a uno: no toleran la vara al estilo andaluz. Tampoco admiten que los zarandeen... Son orgullosos estos olivos y se duelen del trato inadecuado.

Sus cosechas se reposan y se hacen esperar cada dos años. Sus frutos son espléndidos. No se prensaban para dar aceite, cuando recorrí los distintos rincones en los que se cultiva. Hoy, nuevamente, el hilito de dorada aceite, regresa a las mesas isleñas para dar ese toque especial. Ahora se ofrecen al saber campesino, que aporta a la carnosa suavidad de estas aceitunas un toque singular, un aliño tan justo, que las convierte en deliciosas...


Son las olivas escachadas, incomparables de sabor, cuyo majado requiere saber, paciencia y un punto de secreto.

Nada parece añorar estos olivos grancanarios. Su pujanza nos dice que llegaron para quedarse, y se los aceptó con buen talante. Hundieron sus raíces en una tierra que no los conocía, y aquí continúan para sorprender y seguir ofreciéndonos sabor de la aceituna, del país, de la aceituna canaria.
En la península se le aplica el vibrador, se le pone las mantas debajo, se le da palos aquí en Canarias el sistema tradicional es cogerlas a mano...subirse sobre los árboles, amarrar o poner escaleras, porque así no se estropea el árbol, no se estropea el grano y se conserva la delicadeza de la fruta. Después, cuando se cogen, se separan, de las hojas, se apartan, también, los palitos, las ponemos muy presentables y en muy buenas condiciones a los ojos de los posibles compradores.

Hablé con Rafael, hombre de reconocido prestigio en la zona… ¿y por qué, no se varean?

-Primero porque no son para aceite, son para la venta al público y deben que tener buena presencia y en segundo lugar porque aunque se emplea la vara no caen todas. No cae sino una parte y caen estropeadas, se estropea el árbol. Por eso, siempre se ha usado aquí el sistema de trepar y cogerlas a mano.

Mientras, allí en los árboles, los hombres trepaban atándose con sogas para evitar algún disgustillo. Y, una a una, con exquisita delicadeza, con mimo, le quitan los frutos a los vetustos árboles…



-Alfredo: ¿en qué época empieza la recolección?

-Empieza a mediados de octubre y si hay mucha cosecha continúa hasta marzo, febrero o marzo, siempre contando con si hay una buena cosecha, sino, normalmente, acaba en enero.

Después de esta breve charla, caminé durante algún tiempo por los alrededores de la zona… Los olivos, con sus gruesos troncos brindaban sombra… El día era caluroso y como uno, en esa época, era un fumador empedernido, había que tomárselo todo con calma… Descendiendo llegué a una humilde ventita y en su traspatio, una mujer mayor, de albo pelo, preparaba el aliño de las aceitunas del país…

-Hola, le dije.

- Ella era una mujer dicharachera que estaba acostumbrada a recibir una visita como la mía… ¡Hola! ¿Busca a Flora…?

-Concretamente, no; quería saber cómo se aliñan las aceitunas…

- Y sin más comenzó su explicación: Estas que estoy preparando son para consumir en casa. Por eso las aliño al gusto. Y a todos nos gustan de esta manera. Después de machacadas, se le añade la sal y se dejan durante dos días, aproximadamente… Pasado ese tiempo se le añade ajos, tomillo, pimienta y una puntita de sal… Las aceitunas se escurren y se le añade ese majadito…

-Y ¿cuál es el punto de sal?

-Muy sencillo. Se coge un huevo fresco y se mete en un recipiente de aguay se le va añadiendo sal. Cuando el huevo flote, esa es la sal justa que lleva las aceitunas…

ALFREDO AYALA OJEDA

martes, 7 de julio de 2015

RÁFAGAS SOBRE ALFREDO MARTÍN "EL PALMERO"

La gente nueva tiene un referente dependiendo de su inclinación. A veces, se decantan por un color: “amarillo es mi color”, “azul-grana hasta la médula”, “colchonero hasta la médula”… En otras ocasiones, las más, se inclinan o encarnan en figuras del boxeo, del futbol, tenis, etc. Yo, como también tengo mi corazoncito, mi inclinación la encontré en la legendaria figura de un “AS” de la lucha canaria: Alfredo Martín “El Palmero” y en el folclore en Manuel Luis Medina “El Minuto”.

Sacudido por la triste noticia del fallecimiento de una leyenda del vernáculo deporte, Alfredo Martín, he querido reproducir un artículo publicado en el libro “LA LUCHA CANARIA” que, en memoria de mi padre, publiqué en 1.975.

“El Palmero, fue un genio. En el terrero, principalmente. Fue entonces cuando apareció en las filas del norte “Ajódar” un luchador rubito, muy nuevo, pero malamañado llamado Santiago Almeida, al que luego se conocería por “Cubano II” o “Cubanito” que desde los primeros momentos dejó entrever que sería un futuro y muy difícil rival para “El Palmero”. Y así fue, a no tardar mucho, porque el “Cubanito” después de caer varias veces estudió de tal manera al “Palmero” que puede decirse que al cabo de un par de años lo trajo por la “calle de la amargura”. La muerte de “Cuanito” era el desvío, que el “Palmero” ejecutaba como los ángeles. Por esa lucha no había quien se le escapara al de La Palma porque como luchaba tan bajito y agarraba tan arrequintado el pantalón, desde que ponía la mano derecha en la rodilla izquierda del contrario, este salía despedido como los hombres que vemos en los circos que se meten en un cañón y salen volando por los aires. Pero “Cubanito” cuando acertaba a coger una posición que no fuera favorable para el desvío, hacía sudar al “Palmero” como nadie. Y para que se vea la importancia que tiene en la lucha estudiar al contrario, “Cubanito” llegó a pasarse semanas enteras en los entrenamientos dejándose atacar por desvío para estudiar la forma de la contra. Claro, hacía falta la dedicación de “Cubanito” y sus condiciones físicas especiales para llegar a ser lo que fue. Y en la siguiente ocasión en que agarró con el “Palmero” se le colocó exprofeso para que Alfredo le atacara por desvío. No hizo más que verse tocado y en lugar de resistir se dejó ir a favor, tomando un ligero impulso y saltando en los aires sin soltar el pantalón para girar sobre sí mismo y hacer que el contrario en ese intervalo en que el volaba llegara al suelo por falta de oposición. Desde aquel momento el “Palmero” creo que se pasó muchas noches si poder dormir, pero no dio con la clave.

EL PALMERO, CAMPEÓN SIN LUCHAR.

“Cubanito” se fue luego al servicio militar que hizo en Ifni y no pudo participar en un torneo individual que se hizo para proclamar Campeón Regional. El Campeón que resultara de Las Palmas tendría que luchar con el Campeón de Tenerife y los vencedores disputar a su vez el título del Archipiélago que lo tenía el Faro de Maspalomas desde 1.945 y no lo había disputado jamás. Y aquí viene la anécdota del hombre que quedó Campeón de Canarias sin luchar con sus rivales; del hombre que habiéndolo sido todo en la lucha, que pudo en otro momento haber sido Campeonísimo indiscutible, lo que cuando menos méritos hizo, porque se proclamó campeón en Las Palmas, por ausencia de “Cubanito”, que no digo yo que le hubiera podido ganar, sino que le estaba por aquél entonces, ganan; se proclamó aspirante oficial interregional porque el Campeón de Tenerife, entonces Cándido Matoso “Pollo de Doramas”, que se había ido a Tenerife enrolado en el “Tinguaro”, en un amago de profesionalismo de la Lucha Canaria; Matos, repetimos que era campeón de Tenerife, no le interesó el encuentro o no quiso luchar y automáticamente se proclamó el “Palmero” campeón interregional y aspirante al título que tenía “el Faro de Maspalomas”. Se concertó la fecha de este encuentro, se aplazó a petición del Faro, se volvió a señalar y hubo que darla sin efecto. Por último, para dar fin a tan latoso asunto, se ofició a ambos para que a puertas cerradas en el viejo Campo España y un día por la mañana con la sola presencia de federativos y técnicos, agarrara el desafío; pero a la hora convenida se presentó el “Faro” y dijo “que el único campeón era él y que no tenía que luchar con nadie”. Se le dijo al “Faro” que entonces perdía su condición de Campeón y que el fajín pasaba a poder del “Palmero”. Pero el “Faro” no mostró gran interés por el título, pero dijo: “el fajín está en mi casa y el que se atreva que vaya buscarlo…”

¡¡Y cualquiera iba a buscarlo!!

ALFREDO AYALA OJEDA

viernes, 26 de junio de 2015

LA IGLESIA Y LAS CALENTURAS

Riquísimo y diverso es nuestro patrimonio. Sin embargo, nuestra tolerancia, nuestro continuo dejar hacer nos ha llevado a la situación actual. No sabemos – mejor dicho nos encojemos- cuando con contundencia debemos dar un puñetazo sobre la mesa en señal de protesta.

Pero en honrosas ocasiones, nuestra socarronería, la férrea voluntad de un pueblo, se engalla, saca pecho y da justa réplica a imposiciones que no toleramos… Son caprichos de lo cotidiano contra los que te revelas esgrimiendo el arma de la voz, la música o la palabra… Voy  referirme a dos anotaciones – son muchísimas más - que hace unos días estuve repasando… Tiene, el primer apunte, el escenario de la romería de San Benito, en la Laguna. Comenzaba su andadura los años sesenta. Recién, nombrado por su Santidad el Papa Juan XXIII, había llegado a Tenerife, el nuevo Obispo de la Diósesis Nivariense: Luis Franco Gascón. Don Luis, había sido confesor de doña Carmen Polo. Venía, el flamante el Obispo con la idea firme de levantar un grueso muro entre lo religioso y lo  pagano. El Obispo, - voy a emplear el pliego de descargo de que estaba, seguramente, mal aconsejado -, no cayó en la cuenta que una cosa sin la otra, no podía existir.  Empecinado, sin querer recular, se metió en la aventura de declarar incompatible a San Benito con la romería, con el baile, con los cantos, con el jolgorio… Ante tanto despropósito la voz como reguero de polvora corrío veloz traspasando los límites laguneros. El mensaje del Obispo era contundente: O PROCESION O ROMERÍA.  Alguien debió advertirle de la que se le avecinaba y el santo salió y para no dar el brazo a torcer, San Benito salió sólo sin el acompañamiento del Cura-Párroco de la Concepción…Mientras este despropósito del Obispo fermentaba una copla de isa, en señal de protesta, decía así:

SAN BENITO SI ERES MACHO
DEMUESTRA TU VALENTIA
MANDA AL OBISPO AL CARAJO
Y VENTE A LA ROMERÍA

Y el estribillo contestaba:

EL OBISPO NO QUIERE QUE SE HAGAN BAILES
PUES SE HABRÁ FIGURADO QUE SOMOS FRAILES.

Nota: este desafortunado relato recuerdo que me lo contó Julio Fajardo mientras esperábamos el comienzo de la grabación de La Bodega de Julián. El siguiente, aunque lo había leído en una publicación de Isaac Viera, Benito Cabrera, en una de sus múltiples publicaciones, hace amplia referencia. Lo retomó por ser el Baile del Niño, una de nuestras joyas folclóricas:

La iglesia como institución ha reaccionado de diferentes maneras ante este tipo de manifestaciones, prohibiéndolas en algunas ocasiones y sepultando así tradiciones ancestrales de nuestro folclore. En el pueblo de Femés, los feligreses solían propinar sonoros silbidos en el momento del nacimiento del Niño, durante la celebración de la Misa del Gallo. Sin embargo, a comienzos de siglo, al nuevo párroco del pueblo se le antojó que no era aquella una costumbre "decorosa" ni digna de ser ejecutada en un templo, con lo que la prohibió pese a las quejas de los vecinos. Fue tanto su empecinamiento, que no dudó en emplear métodos drásticos para lograr su empeño, de tal suerte que cuando uno de los insumisos feligreses intentó -durante el "besapiés"- entonar su silbido, no dudó el citado cura en destrozar la imagen del niño, espetándola en la cabeza del pobre aldeano. Isaac Viera recoge esta anécdota, aunque también fue trasmitida oralmente, siendo muchos los ancianos de la isla que aún recuerdan la copla que algún anónimo le dedicó al agresivo párroco:

Al niño recién "nacío"
le dio muerte el señor cura
por mor de la calentura
que cogió con el "silbío".

ALFREDO AYALA OJEDA

jueves, 16 de abril de 2015

EL CASO DE LA HERMANA DE MARÍA DE LA CRUZ

Me vino al tino una historia que me contó el fallecido periodista conejero Leandro Perdomo poco antes de morir… Estaba en Teseguite, Lanzarote, y tenía la intención antes de que se empezara a rodar Mararía, de hacer un relato corto sobre tan singular personaje… Pero quería escenificarlo y andaba buscando alguien parecido a Mararía…

Y esta idea me ilusionó porque estando en Femes con una poetisa una de sus hijas me dijo: “yo recuerdo que en cierta ocasión fui al hospital a hacer una visita… en la sala había ocho camas, todas estaban ocupadas por gente de aquí… Mi vista fue recorriendo a cada una de las enfermas y unos ojos cautivadores, negros, intensos y vivos, me llamaron la atención… Terminada la visita, llegué a casa y le comenté lo que me había sucedido en el hospital y mi madre me dijo: “¡Es Mararía!”… y por eso empecé a imaginármela a buscarla… y quien mejor para darme este tipo de información que el amigo Leandro Perdomo… Pues durante toda la tarde hable con él y me contó la tremenda y triste historia del “CASO DE LA HERMANA DE MARÍA DE LA CRUZ y que, ahora les relato… Fue un caso que aconteció allá por los años 20 del siglo pasado.

María Cruz, apareció degollada en su casa y comenzaron las investigaciones para aclarar el asesinato… Vecinos, gente con o sin relación comercial con la víctima, que tenía junto a su hermana una modesta tiendita, fueron llamadas a declarar… Todas esas entrevistas no dieron resultado positivo y los investigadores empezaron a cerrar el cerco sobre la hermana de la víctima, porque, según se decía, las hermanas no se llevaban bien… Así que procesan a la hermana, la meten en la cárcel de Arrecife de Lanzarote y, según palabras del amigo Leandro, en la cárcel fue donde se comete el crimen más terrible que se registra en la historia de la criminología de la isla…

A la hermana de María Cruz, la volvieron loca. Un celador o unos celadores, de noche en la soledad de la celda la asustaban con ruidos macabros o voces de ultratumba de la hermana degollada acusándola para que pidiera perdón por su asesinato… Y no contentos con ello, la violaron preñándola y haciéndola parir…así hasta que murió fuera de sí, enajenada y loca.

Pasado el tiempo, se demostró la inocencia de la hermana de María Cruz cuando se recibió una carta procedente de Buenos Aires y en la que un individuo sintiéndose enfermo de muerte, declaró y firmó su culpabilidad junto a otros dos individuos…

“Yo, con distintos testigos de aquel terrible crimen”… me contó un tendero de la zona, que cuando trasladaron al cadáver que lo hicieron en camello, “mi padre me subió a la pela para que viera las piernas de la fallecida…”

ALFREDO AYALA OJEDA

miércoles, 15 de abril de 2015

LOS PASTORES Y SU PATRONA

Antes de que despunte el día, distintos pastores del Pinar se han puesto en marcha para mover el ganado de la zona y conducirlo hasta la cueva del Caracol, lugar donde la patrona de la isla, Nuestra Señora de los Reyes, tuvo su primitivo santuario, al ser canjeada, por distintos productos de la tierra, a marineros de un barco, en el mar de Las Calmas...

En La Fiesta de los Pastores, nos hemos encontrado nuevamente con un puñado de hombres que trabajan duramente, que viven de su ganado y que fundan en la palabra dada, el honor y la honra. Y es que la palabra, en estos hombres que miran de frente de manera altiva y orgullosa, no necesita papeles para sellar cualquier trato. Aquí, de mar a cumbre, los pastores de ovejas son como de otra raza... Curtidos por los vientos alisios, pasan noche tras noche, a suelo raso teniendo por techo al amplio cielo herreño, su ayanto en la talega, su palo para descansar y su perro, a modo de mando a distancia, para controlar el ganado.

Son descendientes de aquellos que aún cultivan la profesión más vieja del mundo: la de pastor.

Haciendo un paréntesis en este relato, me viene a la memoria mis largas caminatas con otro pastor, medianero y cantador de excepción Esteban Ramírez de León, en su isla de Fuerteventura. El viejo Esteban, era pastor pero este de otro ganado el caprino que, entre las distintas ganaderías es la de menor consideración… La cabra, es más díscola; la oveja es, considerada como “la escoba”, es mas gregaria…Salíamos con la fresquita, casi a tientas, con el oscuro de la noche… íbamos abrigados hasta los ojos (el frío en Fuerteventura, en las noches es muy duro). A mediodía, el calor se hacía insoportable y nos sobraba todo el abrigo que habíamos usado…Él, me lo recordó en ésta certera copla: 

Tragedia la del pastor
por la mañana el sereno
y al mediodía, el calor.

Desde temprana hora, a vista de pájaro, se presencia como por distintos caminos y veredas, los pastores se ponen en marcha… Hablé con algunos de ellos en distintas zonas… El calor es intenso y se espera un día duro para pastores y animales porque cuando llegan los intensos solajeros del verano la oveja, de día, se niega a comer. Unas con otras, -nos dice Benito Armas, pastor herreño del Pinar y bailarín excepcional- se unen formando una piña y no prueban bocado. Por eso el pastor debe cambiar el horario de sueño manteniéndose despierto desde que el sol languidece hasta que nace majestuoso, al siguiente día, por el horizonte. Entonces, con la fresquita, el ganado sale de su letargo y comienza sus monótonos movimientos: cabeza gacha, ojos clavados en la tierra y caminar cansino se pone en movimiento, come y esta a sus anchas.

Ya, me seguía comentando Lalo, alcalde de los pastores, “La lana hoy no se aprovecha. Se tira o se deja en el mismo lugar de la pelada. Ya son pocas las artesanas de la lana aunque algunas la solicitan no es como antes. Sin embargo hay quienes vienen y esperan que termine la trasquila o la pela para seleccionar el color de la lana que necesita…”


Foto: Lalo, alcalde los pastores, en un momento de la trasquila. Su perro lobo, está atento a cuento sucede, mientras Alfredo Ayala, lo entrevista.

Lalo, es un hombre de carácter. Hace tiempo que lo conocemos… La primera vez que tuve el placer de cambiar unas palabras fue en San Andrés, en la fiesta, de los Pastores… Lalo, el alcalde de los pastores, es un hombre de buen ganado prestigio. Nieto e hijo de pastores, ha adquirido la sabiduría de sus ancestros que hoy practica de idéntica manera. "Nadie -nos comentan los pastores- desraba como Lalo". Esta operación que se hace con la mano, tiene la función de acortar el rabo de la cría para facilitar la penetración del macho cuando llegue la época de celo.

Nos acercamos para verlo en plena acción… Estaba acompañado de su perro lobo… Lalo, una tras otra, fue desrabando a las tiernitas crías…. Esas que seguirían junto a la numerosa manada que posee…

Al filo del mediodía, con el sol en lo alto, el ganado sube la pina cuesta camino a la cueva del Caracol…En la Dehesa, en la cueva del Caracol, se encierra el ganado a las doce en punto. El ganado, suelto, casi salvaje, no tiene costumbre de llegar a sitios concurridos. Por eso, algunas cabezas, salen despavoridos de la manada hasta que el perro, atento a todos los movimientos, la devuelve a su redil. Los perros aquí, son denominados lobos. Son distintos a los de todas las islas y poseen esa sangre, temple y nervio, que les permite estar incansable detrás de cada una de las ovejas. Esta raza de perros, de las que existen pocos ejemplares en la isla, se asemejan mucho a los perros pastor alemán, pero son más pequeños, de menos peso, de hocico puntiagudo, pelo similar a los molosos…

Este año se ha hecho un reconocimiento a todos los pastores viejos o retirados de la isla. Allí, con palo en mano, reviven el pasado. Se nota en el ambiente y la consideración de que gozan estos veteranos pastores. Sus cuentos, sus penurias, su incansable trabajo resulta sugestivo para cuantos desconocemos el mundo en el que se desenvuelven.


Foto: Salida de la Patrona, nuestra señora de los Reyes, de su ermita, en la Dehesa para procesionar

La Virgen de Los Reyes, después de la celebración de la misa, es acompañada por una gran multitud donde tienen lugar preferencial los pastores. El momento se vive intensamente y nos dejan de sonar tambores, pitos y chácaras que momentáneamente rompen el silencio de estos solitarios parajes.

La Virgen descansa en un tocón preparado al efecto. Su mirada intensa, viva... nos ha impresionado desde la primera vez que tuvimos ocasión de verla en su ermita, en una solitaria visita que efectuamos. En esa mirada, mezcla de viveza, amor fuerza y consuelo, se nota una ternura infinita, momento en que se entiende porque los pastores de la época no se interesaron por ninguna de las distintas imágenes que llegaron al mar de Las Calmas en aquel barco que iba con destino a América.

En tan celebrado día, los pastores herreños subastan con ilimitada generosidad sus mejores cabezas de ganado. Aunque ella nunca pide y siempre da, la subasta será para la Virgen. Hay quien puja alto hasta quedarse con la pieza y luego, la rechaza y deja el dinero para la Virgen y devuelve la oveja a la subasta... La subasta se prolonga durante varias horas y se sigue con muchísimo interés.

Los pastores, ofrecen su ganado a nuestra señora. Distintos ejemplares se subastan una y otra vez en beneficio de la virgen. Todos quieren aportar su granito de arena. Hay ejemplares que son subastados hasta en tres ocasiones porque los que consiguen hacer la puja más alta, vuelven a ofrecerlo para hacer una recaudación mayor...

Cuando la subasta esta ultimada, el alcalde de los pastores Lalo, ofrece al pastor más joven, la elección de una de los ejemplares que están en el recinto. El crio, con los ojos como platos busca sin apresurarse el mejor ejemplar. Los asistentes intentan confundirlo, pero el lo tiene claro. Sabe lo que quiere y sabe que esta ahí, entre esas trescientas cabezas. Al fin se decide, y agarra la que a su juicio le gusta. La oveja, tiene tanto peso como él; lo arrastra, y pretende hacerle quiebro para evitar que la dominen. El chico no cede...Y como nuevo premio la oveja, que en la noche ha alumbrado, recibe un corderillo. Madre e hijo, han pasado a ser de otro dueño.


Foto: Momento en que Lalo, se dispone a desrabar a una cría...

La Virgen de los Reyes, terminada la subasta es devuelta a su hogar en la ermita… Hasta allí, los pitos, chácaras y tambores… Brota entonces, una vez más ese otro perfil herreño… Se destapa la personalidad herreña…se destapa la autenticidad… Danza los bailarines, tejiendo y destejiendo su trepidante danzar… Simulan en sus idas y venidas el movimiento de una ganado de ovejas, donde el guio, impone su dominio sobre el resto de las cabezas de ganado… Ese continuo adelante y atrás de los bailarines se me antoja que no quieren desprenderse de su Virgen… Yo que he vivido todos las diferentes fiestas de los pastores y su virgen, siempre quedo impresionado del amplio significado de la devoción a la patrona de los herreños…

¡¡VIVA LA VIRGEN, VIVA!!!

ALFREDO AYALA OJEDA

martes, 10 de marzo de 2015

RECORDANDO A GREGORIO EL GUARDIA

Gregorio, era un guardia único. Gozaba del prestigio y de la consideración de la gente del pueblo. Él, tenía sus inquietudes y su afán de superación. Alternaba, su empleo de guardia municipal con los estudios nocturnos en el Instituto Pérez Galdós, en Tomás Morales…

Numerosas son las anécdotas que se cuentan de Gregorio… pero vamos primero a situarlo en su puesto de trabajo para entenderlo mejor… Él, prestaba sus servicios en el cruce de Bravo Murillo con Triana… Estaba subido en un tacón de unos 40 centímetros de alto desde donde dirigía el tráfico. Era una época en la que todavía los semáforos, no habían llegado a las islas…

Gregorio era divertido y hacia con gracia y prontitud su trabajo… pero los lunes, para él, tocaba llenar la quiniela… y lo hacía de una manera curiosa… aleatoriamente, armaba una carajera con el pito, se bajaba del tacón y se dirigía a cualquier conductor y lo mandaba a parar… entonces, sacaba el block del bolsillo y le preguntaba al conductor: ¿Real Madrid- Español? Y el conductor entre incrédulo y sorprendido le respondía “equis” y así hasta completar los catorce resultados… Así era Gregorio…en otra ocasión acababa de llegar por las islas la revolución: “La minifalda” y las muchachillas nuevitas pues rápidamente se la encasquetaron… las miradas, los suspiros, estaban a la orden del día… pero Gregorio festejaba el momento de una manera más curiosa…Él, cuando veía una muchacha vistosa, con minifalda y dispuesta a cruzar la calle, él paraba el trafico y hacia el gesto a la joven para que cruzara por el paso de peatones, era como si convirtiera el paso de peatones en una pasarela… y ni que decir tiene que los colores se le subían a la joven que caminaba con las piernas temblonas, la felicidad por dentro y la vergüenza por fuera…


Y, cuando se avecinaban las navidades, los conductores y comerciantes de la zona, se acercaban hasta el lugar donde él dirigía el tráfico para regalarle algunas botellas de vino, coñac, gallos, cabritos, turrones…Gregorio era un hombre muy querido, que jamás le faltó el detalle del pueblo cuando las fiestas se avecinaban.


ALFREDO AYALA OJEDA

lunes, 9 de marzo de 2015

EL PASTOR Y SU MUNDO

La humanidad más remota ya consideraba a las ovejas como un bien superior.
La riqueza de patriarcas y reyes se fundaba sobre la posesión de ganado lanar. Los dioses recibían sus ofertas en inmolaciones de corderos. La biblia, premia a los justos multiplicando sus rebaños. Patriarcas, jueces y reyes hebreos fueron pastores....

Y en verdad es difícil encontrar animal más pacífico, beneficioso, poco exigente y aprovechable en su totalidad que la oveja: carne, leche, lana... Poseer un rebaño es llevar consigo una despensa andante.


Es probable que sin el concurso de la oveja, la mayoría de los pueblos no hubiesen salido de sus bárbaros orígenes y no habría podido expandirse por el mundo.

Pero los tiempos cambian, y en nombre del progreso, se ha ido arrinconando al pastor. Hoy, igual que ayer, la sociedad no parece tener en cuenta al pastor y su mundo, las leyes se hacen en los despachos a muchos kilómetros de donde están ubicados los pastores. Por tanto considero que, la existencia del pastor es algo así como un pequeño milagro…

Aún así, en la actualidad los pastores mantienen unas tradiciones, un carácter, una dignidad y un justo orgullo quien bien puede representar a todo un pueblo en su identidad y valores más profundos. Por ello, los pastores canarios son historia viva... Son como el rescoldo de un antiguo fuego que nadie ha podido apagar nunca.

Así, que, lleno de buena voluntad, con la más sana de mis intenciones y después de leer algunos tochos sobre el pastor y su mundo quise saber de ellos, escucharles, acercarme a sus trabajos y celebraciones para comprobar que la sombra ancestral del pastor canario continúa llena de vida.

Muchas fueron mis idas y venidas a las tierras donde están establecidos los mayores rebaños de la isla de Gran Canaria… Hice mis visitas y recorridos en todas las estaciones del año, viviendo con los pastores momentos de felicidad y esos otros momentos en que se te entristece el alma cuando con la casa a cuesta hacen los movimientos de ganado desde Pavón hasta los altos de la Aldea de San Nicolás…A principios de octubre, volví a las inmediaciones de Pavón, en las cumbres de Gran Canaria. Allí, las ovejas, casi a punto de empezar a parir, vagaban por las laderas en busca de los últimos matos de hierba. Ya no había mato para ramonear y escaseaban los pastos… Las ovejas hacían un considerable esfuerzo por encontrar un bocado para saciar su hambre. La lana había cobrado su primitivo aspecto de la primavera arropándolas para el próximo invierno. La lluvia aun no había hecho su aparición por estos pagos y la altabaquilla, la flor del tiempo, perdida su brillantez, anunciaba la proximidad de la lluvia.

Los pastores hacen de todo para evitar los movimientos de ganado hacia otras zonas. Para ello, plantaron grandes extensiones de millo en las inmediaciones para completar el alimento de sus animales.



Para el mundo cotidiano del pastor canario sólo parece rico en esfuerzos y problemas. Cuando el pastor se pone en camino para llevar su ganado hacia los pastos disponibles, carga sobre sus hombros con el sobrepeso de complejas dificultades.

Más cuando llega San Isidro, el pastor suele echarse la camisa por fuera y vivir la fiesta con toda la intensidad… Son momentos de ver los amigos, de hacer acopio de alguna otra cabeza que pueda mejorar su ganado o, simplemente el momento de vender alguno de sus animales…

Desde temprana hora las reses de la tierra se dan cita en el fondo del barranco.....Llegan, preferentemente, novillos y vacas desde lejanos puntos de Gran Canaria a participar en la feria de ganado que, cada año, en honor de San Isidro, patrono de los labradores, se celebra en San Isidro de Gáldar. La feria, no es muy numerosa en inscripciones, pero tiene un profundo arraigo. Aquí se trata el ganado y se admiran las reses del país. Modestísima es la participación de ejemplares caprinos o lanar. De todas maneras, asisten ejemplares de consideración. Aquí, en esta feria de San Isidro, se reúnen las mejores cabezas de la isla, se las exhibe, se las compara. Se cierran unos tratos con solo un apretón de manos y se apalabran otros...

Sobre mediodía, después de la deliberación del jurado, los camiones cargan la viva mercancía con destino a sus lugares de origen.

Por la tarde el improvisado recinto ferial ofrece su aspecto habitual y desolador roto sólo por la presencia de media docena de carneros que para evitar el fuerte solajero se refugian a la sombra del breve muro del cauce del barranco. Y, como por arte de magia, empiezan a llegar en todo tipo de transportes otros atractivos ejemplares. Paralelamente los jóvenes atraídos por la cornamenta y majestuosidad de estos formidables machos van acudiendo y buscando acomodo en una de las márgenes del barranco. Saben que va a celebrarse distintas peleas de carneros que, aquí, para quitarle hierro, reciben el nombre de "encuentros" y no quieren perdérsela.

El poder de convocatoria de estos encuentros es enorme. No se anuncia en ningún lado. Es como un gran secreto a voces. Durante muchos años estuvieron severamente prohibidos, pero hoy, la costumbre vuelve a recuperarse.

Antiguamente, los carneros abundaban por todos los pagos de la isla. Y el carnero, era algo así como el orgullo de su propietario. Allí donde había peleas se acudía con estos soberbios machos. Pero los tiempos modernos va imponiendo nuevos órdenes; los ganados son cada vez más escasos; y se va diluyendo esa música natural y espontanea de los choques de cornamentas en disputa de la supremacía de una celosa hembra.


La serena altivez, la grandiosa sencillez, el soberano orgullo de los pastores que concurren con sus machos al encuentro, lo dicen todo a las claras acerca de la dignidad sobre la que se sustenta la personalidad del pastor canario.

Ni un sólo gesto, ni una sola palabra grandilocuente nos anuncian estos encuentros. Las gentes se van congregando natural y tranquilamente en el lugar. Los pastores que compitan se irán acercando con sus mejores animales mejores, a veces con el único macho de que disponen, para la ocasión. La confianza, el orgullo de presentarse a la pelea con la mejor cabeza disponible, evita toda palabra previa de alabanza, aquí van a estar los buenos, los que valen: ya se verá quien resiste al fin.

En otra latitud, en la isla del El Hierro… Los pastores herreños vienen a celebrar a su virgen: la virgen de los Reyes. Aquella imagen que ellos veneran con el mayor celo pues es depositaria y testigo de su fe y de su amor. Desde los más apartados rincones, con la fresquita, allá donde se hallen, acuden los pastores herreños para estar con su virgen.

Portando sus astias asisten a la misa, y a la breve procesión que recorre desde la ermita hasta la cueva del Caracol. Chácaras, pitos y tambores acompasan el baile y el ritmo de la comitiva, sacando al aire los latidos del corazón herreño que acompaña a su virgencita.


Se recitan loas, (lobas) como se dicen por estos pagos y nada queda vedado al sentimiento.

En un sencillo verso queda patente el ruego del pastor a la Santa Señora: no pide mayor prosperidad, pide que aquel sentir tan suyo, aquel carácter y aquella dignidad heredada y sostenida de siglos, que el orgullo que significa su antiguo y noble oficio nunca se acabe: ellos quieren seguir siendo pastores.

Carmen, poetisa de Sabinosa, nos recitó esta sentida loa…

"Hoy he vuelto a la Dehesa
y tu fiesta celebramos
permíteme virgencita
que yo recuerde el pasado.

Recuerdos de mucho tiempo
pero que yo no he olvidado
la vida de los pastores
que ya no están a tu lado

Aquí vivían en cuevas
durante todo el verano
porque era el único medio
de mantener su ganado

Pastores que ya no están
pero sus hijos quedamos
con el amor a María
que siempre nos enseñaron

Dile a nuestra juventud
hoy que tienen todo a mano
lo que pasaba un pastor
para conseguir un majo

Y para venir a las Juntas
y darle vuelta al ganado
en algunas ocasiones
pedían el gofio prestado

No permitas madrecita
tú que todo has contemplado
que se pierdan las costumbres
que ellos nos han legado

Que se respete el vecino
que se quieran los hermanos
que se vuelva a compartir
el "puño" de higos pasados

Que no se acabe el pastor
con su talega y su palo
que no se acabe el pastor
aunque se pierda el ganado

Que el 25 de abril
como voto muy sagrado
no dejemos de venir
a encontrarnos a su lado…”

El treinta de mayo, día de Canarias: no podía haber otra fecha mejor elegida para celebrar la llamada "fiesta de la lana". El símbolo de pastor, su mundo y todas las variadas industrias que giran en su entorno, son fiel representación de la historia de Canarias en su fundamento. Pues del pastor aborigen mismo parte el carácter distintivo, singular y propio de estas islas...

Esta fiesta de la lana se celebra en la localidad grancanaria de El Caidero. El Campo de fútbol se convierte en inmenso redil y espacio abierto donde se exhiben todas las actividades propias y relacionadas con el pastoreo: se ordeña, se trasquila, se devana el vellón, se hila, se confeccionan las prendas tradicionales.... Todo a la vieja usanza.

Tanta fuerza tiene esta feria que es casi como tomarle el pulso al pastoreo canario y comprobar su buena salud.


ALFREDO AYALA OJEDA