miércoles, 7 de diciembre de 2016

FALLECIÓ JULIO “EL TIZNAO”

Julio, fue todo un personaje. Caprichoso en ocasiones pero todo un personaje. Me lo presentaron cuando empezó a despuntar este nuevo milenio. Lo conocí, cuando buscaba por distintas bodegas tinerfeñas, un lugar que se pudiera acomodar a las necesidades de un programa dedicado al folclore y a la música popular. Julio, valgan verdades, me brindó toda clase de facilidades... Y, en su generosidad, me dio la posibilidad que aquel pequeño lagar pudiera adaptarlo para hacer realidad “La Bodega de Julián”...

Desde ese momento, en justa correspondencia, le permití que estuviera en el plató al comienzo y al final del programa. Incluso que se bailara las isas finales del programa...



Llamaba la atención, que cuando todos los invitados al programa se maquillaran, él, como si fuera un solista, se ponía en el sillón de maquillaje para que lo dejaran como un pincel.

En cierta ocasión, aprovechando los recursos que se me ponían al alcance, hable con él. Quería, en La Laguna, hacer unas tomas para un programa documental etnográfico sobre la cura de la hernia. Tenía documentación sobre un drago en una finquita que se usó, tiempo atrás, por los vecinos del lugar. Pero el tiempo y la maleza, lo tenían oculto, lejos de la mirada de curiosos... Hablé con él y me consiguió otro amigo, también fallecido y nos pusimos manos a la obra. No fue un trabajo fácil, pero al final, lo conseguimos y pudimos ver y comprobar que las huellas dejadas por quienes padecían de hernia, seguían impresas en el tronco del legendario drago.

Otras veces, llegaba “caliente”, contrariado... “Tengo que hablar con usted”, me decía..
¿qué pasa Julio? ¿Algún problema?
Hombre, pues sí. La gente, los amigos, cuando me ven por ahí paran sus coches y me dicen: “Julio, tienes que salir más en la tele”.
Pero Julio, si eres el primero que sale y a veces te sientas entre el público y el realizador tiene instrucciones de sacarte unas cuantas veces, le dije... Y le añadí. Nada pues ahora saldrás dos veces en el programa. Así que prepara las jarras de vino y en paz...

Así era feliz. Y, la verdad, costaba poco rodearlo de felicidad.

Julio “El Tiznao”, un amigo y un enamorado de las cosas de la tierra.

Descansa en paz viejo amigo.

ALFREDO AYALA OJEDA

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