lunes, 8 de julio de 2019

VALENTÍN GUANCHE, HASTA SIEMPRE AMIGO

Hace muchos años, cuando se retomó el programa Tenderete tras diez años de ausencia, Nanino, Juan Martínez, y yo nos dispusimos a realizar distintas localizaciones de intérpretes por diferentes partes del Archipiélago. Teníamos muchísima ilusión, en volver a poner en marcha el emblemático programa. Había cambios. Cambios sustanciales. Antes, del 71 al 73 se emitía y grababa en blanco y negro y ahora (1.983) acababa de llegar el color, nuevas dotaciones de microfonía y un plató que colmaba las exigencias del equipo. Aquí, podíamos ensayar sin molestar a nadie. Teníamos unas amplias oficinas, comedor para atender invitados y una amplia zona de aparcamientos. Nos valía que en esa época la Feria del Atlántico estaba pasando un momento delicado y aquellas naves estaban, por esos momentos, a nuestra entera disposición. Había que hacer obras pero eran escasas... Se diseñó un decorado, con la impagable colaboración de Pepe Dámaso. Fue el mayor decorado de la historia de la tele en las islas y en esa simulación de un traspatio canario, había que meter tres palmeras de yeso que tuvieran apariencia de realidad, encargar mesas, sillas, etc.  

En una de esas recaladas saboreamos unos vinos en Arafo, cuando irrumpió en el barcito el amigo Valentín Guanche. Nos conocíamos desde hacía tiempito y el abrazo fue enorme. Nos sentamos y compartimos mesa y mantel. Valentín, ya sabía del movimiento que había en torno a la vuelta de Tenderete y se ofreció gustoso. ¡Coño si yo estuviera en Las Palmas, les echaría una mano!... 

Valentín estaba dedicado a la construcción y siempre con nosotros y con el programa, tuvo la mano tendida. No te preocupes Valentín. Tu prepárate para "jincarte" unas folías o lo que quieras. Incluso, una ranchera... Risas. 

Y así fue. Valentín siempre estuvo en nuestra consideración. Murió Nanino, pero yo le seguí brindando todo el cariño del que dispongo. Unas veces de solista, otras con el grupo Medianías de San Andrés o con su grupo mejicano. 

Valentín siempre estuvo dispuesto. Unas veces, me sorprendía diciéndome, vi un solista en Teno, que aquí tengo el teléfono para que lo invites. Valentín, vivía y sentía el folclore en toda su amplitud. 

Al tiempo yo cambié de aires. Pasé de Televisión Española a Televisión Canaria y como siempre vinculado al folclore. Y allí, como un solo hombre, estuvo Valentín Guanche.  

Un día, en la Bodega de Julián, cumplía años la productora del programa y coincidía con la actuación de Valentín Guanche y su grupo mejicano. Le dije que le dedicara uno de los temas y Valentín gustoso, se arrancó, le brindó el tema y la tocó con el sombrero de charro. Así era Valentín. 

En otra ocasión, quise montar en Fuerteventura, un programa donde las polcas tuviera mucha presencia. Para ello, invité de distintas islas, a numerosos solistas entre ellos Valentín. El programa fue muy sonado y después de la emisión todavía continua en Youtube donde ha superado el millón de visitas. 

Hoy, enterado de su reciente fallecimiento, haciendo de tripas corazón, no me queda más que recordar los felices momentos vividos y conservar el grato recuerdo de un amigo de verdad y todo un puntal referencial de nuestro folclore. 

Descansa en paz querido amigo.  

ALFREDO AYALA OJEDA

domingo, 7 de julio de 2019

APUNTES SOBRE TRADICIONES EN LA VÍSPERA DE SAN JUAN

Tengo, qué quieren que les diga, una deuda contraída con los Yerberos. Todo empezó, cuando en cierta mañana, en el Caidero de Gáldar, conocí a una familia , que cultivaba y recogía distintas hierbas medicinales. Por ese entonces, alguna que otra tarde, pasaba por su casa-cueva y me largaban una tremenda retahíla de nombres y propiedades, de distintas hierbas beneficiosas para la salud.  Algunas, me comentaba, las cultivaba en sus huertitos. Les encantaban darme explicaciones, sobre las hierbas y las enriquecían  con distintos dichos que había aprendido de sus padres por transmisión oral o en contactos con otros yerberos.  Ella, parlanchina, encantadora, superaba los setenta años, pero su vitalidad era tremenda... A cada momento, soltaba una de esas frases... “Esto es Sándalo y con Sándalo, miel y limón, se ayuda el corazón”... y tras soltar la frase, se quedaba feliz y contenta... Una de esas tardes, le conté que yo era diabético y que por todos los lugares que recalaba todos me soltaba el remedio yerbero para curar la diabetes: 


Tómese agüita de Pamplina... Hágase un zumo de Pepino... ¿Ha probado los tunos indios o la Pita Zábila?  
No. Me respondió con rotundidad... Hágame caso... y me soltó el dicho:  “Hierbas amargas, la vida alargan.”  

Al tiempo, recordaba a otro yerbero de respeto: Enriquito Cáceres, de Gáldar él. Con el que recorrí el lecho de los barrancos, las crestas de la montaña y numerosas veredas y camino. También, en Radio Drago, fui testigo ocasional de la sabiduría de este tremendo personaje que atendía en directo a cuantos vecinos solicitaban información sobre remedios. 

Recuerdo como ahora mismo, la víspera del día de San Juan. Previamente, habíamos concertado una cita y desde muy temprano, nos pusimos en marcha en busca de distintas plantas medicinales.  Pronto, el libro de sus saberes se puso en marcha: “Este es un Oroval. Es una planta muy valiosa. Tanto que lo dice su nombre Oro-Vale...  


Empezaba a despuntar el día... “En estas primeras horas, me contaba Enriquito, las hierbas con el sereno caído durante la noche, enriquece sus propiedades medicinales... Dicen – me añadió- que existe la creencia que las hierbas recogidas en esta corta noche del año, como el hinojo, ruda, valeriana, menta, logran buenos efectos en temas de quereres y amores... Se dice sobre el hinojo: “Quien ve el hinojo y no come de él, muere de amores y no sabe de qué”... También sobre la ruda “En casa donde hay ruda, no muere criatura” o este otro “En casa donde hay ruda, Dios te ayuda” y existe hasta uno combinado: “Hinojo y ruda, hacen la vista más aguda”... También sobre la menta: “Tomar menta, el amor aumenta”. 

Dicta la tradición que la víspera de San Juan nos invita a romper con lo viejo, con el mal de amores. Es tiempo de renovación. Para ello, dos elementos juegan un papel principal: agua y fuego. El fuego purificador que destruye y consume el pasado... Después, el agua a través del beneficioso rocío, es quien termina con la acción y efecto de devolver al cuerpo y alma la limpieza total. 

También, esos efectos sanadores se efectuaban en la última quincena del mes de junio. En esas fechas una o varias cabras se apartaba del ganado y sólo se les permitía alimentarse de las hierbas de la zona. No recibían otra alimentación, ni un puño de millo, ni otro preparado. Así, cada día se iba ordeñando y almacenando la leche hasta que llegado el momento la leche se metía en un odre y se mecía hasta lograr una especie de grasa compacta que servía para aliviar dolores estomacales. La leche que daban estas cabras estaban enriquecida con los beneficios propios de las propiedades de las hierbas en esta época del año. 

Exactamente ocurre lo propio con las olas del mar, que vienen cargadas de efectos fertilizadores. Por eso, los baños de los animales en las aguas de nuestras costas purifican y tonifican. 

En fin, la víspera de San Juan, está repleta de distintas tradiciones. Unas acunadas en las islas, desde hace muchísimo tiempo y otras, llegadas desde otras parte del mundo, que han quedado aquí para siempre.   

ALFREDO AYALA OJEDA